29 de jul. 2008

La felicidad, ja ja ja ja.....

Parte 2: Notas extraídas del libro PENSAR BIEN, SENTIRSE BIEN, de Walter Riso, muchas de las cuales van paralelas o coinciden con la PNL.
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¿La felicidad? No existe.
La felicidad, tal como la entendemos en la cultura industrial occidental, es el deseo de sostener el placer indefinidamente, llámese paraíso, nirvana... Es la quimera de la alegría eterna, de la no frustración definitiva y del control total. Como resulta obvio, semejante creencia a lo único que puede conducirnos es a ser esclavos de una felicidad inalcanzable, a una insatisfacción crónica, a una carga más.
Una idea más razonable y práctica de la felicidad supone ubicarla en el aquí y ahora, y despojarla de esta falsa aureola sacrosanta: es decir, estar feliz mientras hago lo que quiero, desear lo que tengo y disfrutar de lo que no me falta.

No cabe duda: construimos nuestro propio nicho y somos los principales responsables de muchas cosas de las que nos ocurren. No se trata de reprimir los sentimientos placenteros, sino de evitar aquellos en los que el balance costo/beneficio arroja resultados dañinos.
Dirigir la propia vida en lo que depende de uno (sentido, autorrealización…) y aceptarla tal cual es cuando no depende de uno (enfermedad, muerte…), intentando disminuir la cantidad de dolor que de por sí implica el mero hecho de estar vivo.

Los que logran evitar la incertidumbre lo pasan bastante mejor pq suelen estar por encima de la ansiedad, entienden que un número considerable de eventos escaparán a su control y que por tanto habrá intentos inútiles y sin futuro.
Habitar la incertidumbre de manera saludable implica ubicarse exactamente en el lugar que la existencia nos pone, es decir, en ningún lado.