Del meu llibre de capçalera, Tao Te King (Lao Tse).
Treinta rayos convergen el el círculo de la rueda
Y es por el espacio que hay entre ellos donde reside la utilidad de la rueda
La arcilla se trabaja en forma de vasos
Y es en el vacío donde reside la utilidad de ellos
Se abren puertas y ventanas en las paredes
Y por los espacios vacíos es donde podemos utilizar la casa
Así, de la no-existencia viene la utilidad y de la existencia la posesión...
La finestra, sense el buit, no és finestra.
Per reflexionar...
Hola a tot@s! M'agrada llegir, m'agrada pensar, m'agrada aprendre. Aquí extractes de llibres i reflexions de collita pròpia... Els teus comentaris seran benvinguts. :-)
1 d’abr. 2018
19 de març 2018
Bona sort o mala sort???
Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del
campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y
para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el
caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El
vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre
diciéndole:
-Tu caballo se escapó, ¿qué
harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro,
¡qué mala suerte has tenido!
El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Quién
sabe.
Pasó algún tiempo y el caballo
volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El
vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:
-No solo recuperaste tu
caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué
buena suerte has tenido!
El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Quién
sabe.
Más adelante el hijo de nuestro
hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y cayó al suelo
partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:
-¡Qué mala suerte has tenido!
Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tú eres ya viejo y sin su ayuda
tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.
El hombre, otra vez lo miró y
dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Quién
sabe.
Pasó el tiempo y en ese país
estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los
campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del
vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no
apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:
-Se llevaron a mi hijo por
estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has
tenido!
Otra vez el hombre lo miró
diciendo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Quién
sabe.
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